“Mi éxito, en parte, se debe a que amo lo que hago”.
- Bill Gates.
Esta semana volví a leer la carta anual de Warren Buffett del año 1999, cuando el S&P 500 subió 21% y las acciones de Berkshire Hathaway cayeron 22% debido a la debilidad de Coca-Cola (su principal inversión) y de Gillette.
“Mi único trabajo es la asignación de capital, y mi calificación para 1999 es, sin duda, una D”, escribió Buffet ese año. Según los rendimientos relativos (vs. SPY), fue el peor año de su historia.
Y si bien había sufrido caídas cercanas al 50% en los anteriores 30 años de inversión, el hecho de haber caído tanto con el mercado de fiesta fue un golpe duro para Warren. Tal así que la prensa se preguntaba si había “perdido su toque”…
10.000 dólares invertidos con Buffett en 1969 se convirtieron en casi 9 millones para el 1999. Sin apostar por las tecnológicas ni apalancarse. Solo negocios aburridos, decisiones prudentes y 30 años de paciencia. Sin embargo, ese último año fue especialmente duro para él.
Es muy interesante la carta del 99, recomiendo leerla (click acá). Lo que más destaco es su disciplina. No sólo reconoció su responsabilidad en el resultado anual, sino que reforzó su estrategia de inversión y se mantuvo de acuerdo al plan (nada había cambiado en su tesis de inversión).
En los años anteriores, gracias a Charlie Munger, Warren fue ajustando su estrategia y dejó de darle tanta importancia al precio para prestarle más atención a la calidad de los negocios. Aun en un año malo, siguió respetando su estrategia sin desviarse.
Entonces, manteniéndose disciplinado, para fines del 1999 mantuvo las mismas empresas que un año atrás después de analizar el estado de sus negocios…
En la siguiente década, Warren Buffett no solo evitó la caída del mercado de comienzo de Siglo (cuando muchos se fundieron), sino que superó ampliamente al mercado. El resto es historia.
Creo que parte del éxito como inversores o especuladores está en encontrar una estrategia y una filosofía de inversión que encaje con nuestro estilo de vida, que podamos sostener en el tiempo y que nos permita sobrevivir a la volatilidad del mercado.
Me duele ver cómo inversores que tenían razón en muchas de sus ideas terminan sin sacarles provecho. Sabían qué acción comprar, cuándo comprarla y por cuánto tiempo mantenerla. Simplemente, no lo hicieron. Por distintos motivos que parecían ser válidos en el momento de tomar decisiones.
Yo también me vi muchas veces en esa situación. Cuando miro para atrás, si bien tengo algunas historias inspiradoras para contarte, son más mis fracasos que mis éxitos. Dejé pasar un montón de oportunidades en las que tenía razón pero no fui disciplinado con mi estrategia. Otras las tomé, pero me bajé demasiado rápido (algo que sigo haciendo).
Pocas cosas tan dolorosas como perder oportunidades por fallarte a vos mismo.
Muchos de los mejores inversores de la historia tuvieron éxito no porque hayan tenido una gran idea, un análisis perfecto o una estrategia brillante, sino porque fueron disciplinados. No se desviaron de su estrategia.
La mayoría de los inversores “leyenda” que conocemos se hicieron ricos comprando acciones populares. Warren Buffett, por ejemplo, compró Coca-Cola en 1988, cuando la empresa ya llevaba más de 100 años de historia y era una de las marcas más reconocidas del mundo. Ese año vendió 36 mil millones de botellas! Peter Lynch hizo algo similar con Ford, que ya era un ícono estadounidense cuando la sumó a su portafolio.
Aunque existen historias de inversiones extraordinarias en empresas desconocidas, los grandes resultados muchas veces vinieron de negocios que todos conocían… pero que pocos se animaron a comprar en ese contexto (y mantener en la gran suba).
En el mercado local, muchos recuerdan a Vista como la última gran inversión. Y me acuerdo bien. Entre 2020 y 2022, éramos varios en Twitter y en otros foros los que opinábamos bien sobre la empresa. No hacía falta ser un genio loco del mercado para darse cuenta de la oportunidad.
Lo difícil no era verla, sino tener la disciplina de estudiar la empresa, repasar los fundamentos y seguir comprando (si se mantenía nuestra tesis).
¿Qué es lo que frena a una persona a mantener esa disciplina inversora? Hay un solo culpable: el miedo.
Miedo a que el mercado siga cayendo.
Miedo a perder mis ahorros.
Miedo a tener un año malo.
Miedo a perder otras oportunidades.
En fin, miedo a perder. Miedo a fracasar. No hay tolerancia a la frustración.
Según algunos estudios, la baja tolerancia a la frustración está directamente relacionada con mayores niveles de ansiedad y depresión. La mayoría no soporta sentirse mal por un tiempo. No toleran equivocarse, esperar, o quedarse afuera.
Y aunque el mercado está lleno de adultos responsables, me sorprende la cantidad que no tolera la frustración. No pueden bancarse una caída del 10% en un mes volátil que ya están pensando en dejar de invertir. Es increíble cómo el mercado pone a prueba las emociones de personas muy preparadas en otras áreas de la vida.
Todos estamos viendo el mismo mercado, los mismos gráficos y los mismos balances. La mayoría coincidimos en ciertas oportunidades. Y aunque el mercado a veces mate consensos, no es necesario ser un genio para detectar acciones que pueden andar bien en los próximos años.
Disciplina es respetar tu estrategia. Dijiste que ibas a invertir en una empresa si llegaba a cierto precio y se daban ciertas condiciones. Bueno, acá estamos.
¿Llegó ESA oportunidad que esperabas? ¿Vas a hacer lo que dijiste que ibas a hacer? No hay estrategia perfecta. Pero sí hay inversores que se mantienen constantes, año tras año. A veces, el éxito en el mercado solo se trata de aparecer todas las semanas y mantenerse firme en las caídas.
Tengo 3 escenarios distintos para el mercado y me estoy preparando para comprar acciones que vengo siguiendo hace tiempo. Depende de mí respetar ese plan cuando llegue el momento.
De Buffett no me sorprendió su perfecta lectura del mercado en el 1999, sino cómo mantuvo la disciplina incluso cuando parecía que estaba totalmente equivocado. Él estaba convencido en que su manera de invertir, a la larga, le daría buenas ganancias.
No vendió sus acciones “tradicionales” y salió a comprar tecnología. Ni siquiera vendió un pequeño porcentaje de su cartera para invertir en las acciones de moda. Su análisis no había cambiado y su tesis de inversión incluso se había reforzado después del último movimiento del mercado. Simplemente se mantuvo firme a su filosofía y, lo más importante: creyó en él.
Y creo que esa es la parte más difícil de este juego… Creer en vos mismo cuando los resultados son malos! Cuando el mercado esa una fiesta, es fácil creer en nosotros mismos (ahí el desafío es mantenerse humilde).
Espero que, así como Warren en el 1999, también puedas respetar el plan o la estrategia que armaste tiempo atrás, con otras circustancias del mercado, sigas confiando en tu visión y aproveches las oportunidades que ya estás viendo en este mercado.
En las últimas semanas recibí varias consultas sobre cursos para aprender a invertir pero realmente no tengo una recomendación más que los Talleres de BYMA. Creo que las cartas anuales de Warren Buffett son ricas en sabiduría y conocimiento sobre el mercado. No sólo de análisis fundamental, sino de aspectos particulares del mercado (sentimiento, flujos y demás) que Buffett suele mencionar.
Y para quienes estaban pidiéndolo, esta semana volveré a abrir las suscripciones de Doble Piso +, la newsletter premium donde comparto análisis del mercado enfocado en acciones. Seguramente envíe un mail general el lunes o martes. Estate atento!
Muchas gracias por compartir otra reflexión conmigo. En estas Pascuas, doy gracias a Dios por permitirme escribir todos los sábados sobre lo que amo y recibir tanto apoyo del otro lado. La gloria, la honra, la sabiduría y el reconocimiento sean para Él.
Que Dios te bendiga mucho y puedas experimentar su amor en este momento.
Abrazo grande,
Chino
Que bueno Chino!!!! Que importante y clara la reflexión. Parece tan obvio, pero en la vorágine de nuestra travesía inversora aparecen Sirenas como en la historia de Ulises.Invertir, como navegar, implica tener un rumbo claro. Uno, como Ulises, sabe adónde quiere llegar: puede ser tu retiro, comprar una propiedad. Pero en el camino aparecen “Sirenas” modernas:
• Noticias alarmistas
• Videos virales que prometen rendimientos del 100% en días
• Amigos que “hacen trading” y duplican su dinero (o eso dicen)
• Cambios bruscos en los mercados que generan miedo o euforia
Estas “sirenas” te tientan a cambiar tu estrategia, vender en pánico, o ir tras la última moda sin fundamentos. Y si no te preparás, te pueden hacer naufragar financieramente.
¿Cuál es el equivalente del “mástil” de Ulises?
• Tener un plan de inversión claro y realista
• Definir tu perfil de riesgo y respetarlo
• Invertir con visión de largo plazo, no guiado por impulsos
• Automatizar decisiones (por ejemplo, invertir todos los meses)
• Evitar mirar los precios todos los días si eso te genera ansiedad
En lo personal sigo sin poder atarme al “mástil” en algunas cuestiones, como no ver la pantalla todos los días especialmente en estos tiempos de volatilidad, tomar decisiones que antes había discutido y argumentado con algunos inversores y termine haciendo lo contrario, el año pasado discutí con alguien de un grupo que decía que invertir en BITF , la minera de BTC, era perfectamente correlacionable con invertir en el mismo BTC , le argumente que anteriormente sí, pero que ahora pasaban algunas cosas como que después del halving, pasaría recaudar la mitad por el minado y aumento muy importante de su principal insumo , la energía. Que hice a los pocos meses , por una baja del precio de BITF , la compré jaja y estoy pagando las consecuencias de no seguir el plan.
Atarte al mástil significa aceptar que vas a sentir emociones fuertes, pero decidir de antemano no actuar bajo su influencia. Como Ulises, podés “escuchar el canto del mercado”, pero sin saltar por la borda.
La historia de Ulises enseña que prepararte antes del ruido emocional del mercado es más efectivo que intentar resistirlo en el momento. La firmeza en tu estrategia es lo que te permite llegar a Ítaca: tus objetivos financieros.
“Pocas cosas tan dolorosas como perder oportunidades por fallarte a vos mismo.” Qué genialidad Chino 👏🏻👏🏻