“Las personas exitosas tienen miedo, las personas exitosas tienen dudas, las personas exitosas tienen preocupaciones. Simplemente no dejan que esos sentimientos los detengan”.
- T. Harv Eker.
Cuando estaba dando mis primeros pasos en el mercado me di cuenta que era bueno encontrando oportunidades pero muy malo confiando en mi análisis. Encontraba acciones que duplicaban su precio, pero no le daba el suficiente peso en mi cartera.
Era como un buen jugador de póker que no ganaba todo el dinero que había en la mesa. El sentimiento era raro. Tener razón me generaba una especie de satisfacción, sabiendo que en algún momento de mi carrera “agarraría” una gran suba con bastante posición, pero a la vez sentía la frustración de no haber confiado en mi.
Y no fue una sola idea, fueron varias empresas en las que veía oportunidad. Al tiempo volvía a revisarlas, y habían subido 50/60% en dólares en pocos meses. Retornos extraordinarios para mí, que con un 12% anual me sentía satisfecho.
Una de estas ideas fue Old Dominion Freight a fines de 2015. La acción llegó a costar $50, cayendo un 30% en dólares desde máximos debido a una crisis pasajera en el negocio.
El mercado la ofrecía a 15 veces su beneficio neto, mientras esperaba que se recuperara en 2016 y creciera a un ritmo del 20% anual hasta 2018. La había estudiado y me parecía muy atractiva.
Sin embargo, no era de esas “acciones populares”. No conocía a ningún inversor que la hubiera analizado, y había muy poca información disponible sobre la empresa. En esa época, pocas personas escribían en Twitter sobre el mercado, y en el foro de Rava predominaban las discusiones sobre el Merval.
Compré un par de acciones, dándole un porcentaje muy bajo de mi capital, y vendí a los pocos meses.
En el 2018, volví a revisarla y, para mi sorpresa, las acciones costaban 150 dólares. Pude haber triplicado mi capital en sólo 3 años, mientras mis acciones argentinas caían!!
La había visto muy bien, pero no tuve la convicción ni la valentía suficiente para invertir fuerte en ella.
“Qué pocas tengo”, es una frase que Ariel Sbdar popularizó en los últimos años para mostrar su optimismo con Argentina.
Pero hoy podemos decirla cuando una de nuestras acciones suben más de lo que creemos, y vemos el bajo porcentaje que le dimos. O también cuando le damos un alto porcentaje de nuestro capital y soñamos haciendo cálculos de “¿cuánto hubiera ganado si en vez de invertir 10.000 dólares hubiera puesto 100.000?”.
Todos los que invertimos por nuestra cuenta estamos en la lucha constante de confiar en nosotros mismos. No sólo debemos encontrar buenas ideas, sino darle un buen porcentaje de nuestra cartera.
Por eso, no sólo importa que hayas reconocido la oportunidad del AL30, de los bancos argentinos, de Pampa Energía o de Metrogas, sino cuánto peso le pusiste cada idea.
Podemos ser muy buenos analizando acciones y, a la vez, obtener retornos mediocres.
La Trampa del Escenario Positivo
Antes de comprar cualquier activo, podemos hacer distintos escenarios sobre cómo resultaría nuestra inversión si tenemos o no razón.
El problema de las buenas inversiones es que sólo vemos uno de esos escenarios y nunca sabremos “qué hubiera pasado si…”. Pero siempre hay ejemplos históricos sobre oportunidades similares que han salido mal.
Hoy, con el mercado alcista, vemos muchos casos de éxito. De personas que se hicieron millonarias en estos últimos años. Pero uno de los tweets más famosos de la comunidad fue el “ALL in ARGY” de Ariel. Él es uno de los mejores inversores argentinos que he conocido (mejor persona!) y en el 2019 tenía un alto conocimiento del mercado argentino pero antes de las elecciones presidenciales de ese año, apostó fuerte por el país y perdió el 50% de su comitente en una sola rueda.
En este mundo, lo más importante es sobrevivir. Y, la consecuencia de sobrevivir son buenos retornos.
Por lo tanto, no me quedo con el resultado de la inversión sino también tengo presente la cantidad de que cosas que pudieron haber salido mal por más que sea contrafáctico.
Convicción en el Negocio
Tuve que dejar pasar varias oportunidades para darme cuenta que no invertía en ellas porque no entendía el negocio o porque no lo había estudiado en profundidad como para darle una buena parte de mi portafolio.
Es como cuando conoces a una persona pero no tenés la confianza suficiente en ella para confiarle algo importante. Sabés que tiene potencial, pero sin conocerla bien, no podés comprometerte del todo. Con los negocios pasa lo mismo; sin un entendimiento sólido, es difícil tener la convicción necesaria para apostar fuerte.
La clave está en entender el producto que estoy operando, pero también conocer lo que hay detrás de este. Si es una acción, conocer la empresa a fondo aumentará tu convicción (o no). Y si es un bono de un país, entender la situación económica y política te dará claridad para decidir cuánto porcentaje darle.
Más conozco sobre una empresa, más convencido estoy del negocio, mayor porcentaje en mi portafolio.
Creer en Uno Mismo (Y Asumir la Responsabilidad)
Últimamente, desarrollé un profundo respeto por el mercado. Conozco casos cercanos de personas con mucha experiencia que, a pesar de su trayectoria, han hecho muy malas inversiones, perdiendo en pocos meses todo lo que les llevó una década ganar.
Cada vez estoy más convencido de que más conocimiento no necesariamente significa más poder, al menos no en el mercado.
Sin embargo, esta percepción me hizo perder algo de confianza en mí mismo. En mi propio análisis y en mis propias ideas. No solo dejé de comprar acciones durante caídas, sino que ahora también soy más cauteloso al considerar empresas que nadie quiere. Sé que es en esos momentos cuando se gestan las mejores oportunidades, pero también soy consciente de que muchas de estas “malas acciones” pueden seguir cayendo hasta alcanzar valuaciones que parecen ridículas.
Aun así, sin confianza en uno mismo, jamás haremos grandes inversiones. Todos queremos estar en esa acción que duplica su precio en un año, pero, para lograrlo, seguramente fue necesario ser valiente y haberle asignado un peso significativo en la cartera antes de la suba.
Tenerle respeto al mercado no significa tenerle miedo. Uno de los valores más importantes de cualquier inversor es tener valentía para comprar bastante cuando reconoce la oportunidad.
Confiá en vos mismo. Tomá ese riesgo y asumí la responsabilidad del resultado.
Mantenerse Enseñable
A mediados del año veía oportunidad en Tesla, algo que compartí con los suscriptores de Doble Piso +, y empecé a comprar acciones dándole el 10-12% de la cartera.
La acción llegó a subir 130% en dólares desde entonces hasta mediados de diciembre. Pero nuevamente, volví a darle un bajo porcentaje de mi capital.
Creo que en la bolsa estamos constantemente aprendiendo. Me considero un aprendiz eterno del mercado. Todas las semanas aprendo algo nuevo y me doy cuenta de lo poco que se.
Y es que invertir es un arte. Analizar y gestionar activos puede ser un oficio. Pero invertir es un arte. Por eso entiendo cómo puede ser que los mejores inversores que he conocido son personas totalmente alejadas a la economía.
No hay un cálculo de Excel que nos ayude a identificar cuándo hay que invertir fuerte en una empresa. Sí podemos ver gráficos, curvas, múltiplos, leer balances y demás. Eso ayuda y está buenísimo, pero se necesitan agallas para invertir con peso cuando identificamos LA oportunidad.
Por último, quiero remarcar el sesgo de las redes sociales. Hoy es moneda corriente entrar a Instagram, TikTok o YouTube y ver cómo otros inversores compran en mínimos, venden en máximos, y encima le dan el 100% de su cartera!! Eso no es la norma, la mayoría de los casos son de fracaso (pero no tiene mucho sentido publicarlo en las redes) y de personas que pierden aún en mercados alcistas.
Incluso algunos de los mejores analistas que veían oportunidad en Argentina un año atrás, tenían una baja exposición a los bancos en ese entonces…
Los casos de éxito no suelen mostrar toda la película. Un inversor te cuenta que invirtió su casa en una acción, duplicó y ahora se puede comprar dos casas. Pero no te dice que no tiene hijos, que su esposa lo apoyó en la decisión y que tiene 30 años…
Todavía sigo sorprendiéndome por la cantidad de mensajes que recibo de inversores frustrados con sus resultados aún obteniendo rentabilidades extraordinarias. Mucho cuidado con compararse con los casos de éxito que vemos en las redes.
Recordar que esta carrera no es de 100 metros, sino que es una maratón hacia la meta… Te deseo muy buenas inversiones en este 2025 y espero que sigas diciendo “¡¡¡qué pocas tengo!!!”.
Comparto esta entrevista a Anthony Deden, uno de los mejores inversores de los últimos años. Si te interesa seguir aprendiendo de gestión de activos, no te la podes perder. Link a YouTube.
Hasta el próximo mail…
Que Dios te bendiga y te de paz.
Abrazo grande,
Chino
Gracias Chino por compartir generosamente tus pensamientos, me encantó "Mantenerse Enseñable", eso demuestra tu humildad.
Creo que esto de invertir va si vivis DE esto o vivis CON esto. En mi caso es un complemento y un divertimento, por suerte.
Hace algunos años, en esas pocas que ves y ganas algo más jugoso de lo normal, me di unos gustos en vacaciones y me sentí maravilloso. Traje regalos para toda la familia y yo pensaba "me lo pagó CEPU" (no sé si era CEPU u otra, pero vale la analogía).
Todo dependerá de nuestro escenario y momentum y con cuanto nos damos por felices o la volvemos a intentar.
Un abrazo.
M
Chino querido! Espero que andes muy bien.
Es cada vez mas gratificante leerte, gran mensaje con una coherencia y claridad impecable. A mi parecer uno de tus mejores mails.
Doble Piso completamente bullish.
Abrazo grande!!