“La mejor forma de invertir es encontrar valor donde otros ven problemas”. - Seth Klarman.
Me encantan las anécdotas de inversiones. Tanto de grandes inversores, como Peter Lynch con Dunkin’ Donuts, como las de nuevos inversores que se animaron a comprar acciones en los últimos años (con éxitos y fracasos).
Creo que las cartas anuales de Warren Buffett nos aportan más conocimiento y sabiduría que varios de los libros y de los cursos de inversión más conocidos.
No sólo aprendo muchísimo sobre mercados, sino que también me inspiran a encontrar nuevas ideas de inversión.
Algo que me atrapa de las anécdotas es cómo encontraron las oportunidades. Algunos por un tweet, otros en foros, o de casualidad mientras analizaban otra acción.
Eso sí, rara vez las grandes historias vienen de las acciones que están en boca de todos. Hay que escarbar más profundo. Difícilmente encontremos una buena historia en esa acción de la que todos hablan en Twitter.
Y si bien el mercado local es chico, en el mercado internacional hay más de 6.000 acciones (las más importantes tienen cedears para operar desde Argentina).
Con tantas empresas, ¿cómo hacemos para encontrar las que realmente valen la pena?
Tomando un café con un amigo bolsero, le comenté sobre una acción farmacéutica que me había llamado la atención. Yo le venía explicando que estaban sacando un medicamento para el Alzheimer y me interrumpe para preguntarme “cuál es la historia en pocas palabras?”…
Me encantó! Las mejores inversiones son grandes historias que se pueden contar brevemente.
Invertir en una historia tan interesante y simple de contar, que hasta una persona que no está en la bolsa se sienta interesada en comprar!
Podés tener una empresa muy buena, pero si no tiene una linda historia, mejor pasar de largo.
Y un negocio que no parece tan bueno, con una historia atractiva, puede tener un potencial enorme.
Con historia no me refiero al pasado, sino a la situación actual actual de la empresa, el contexto de su mercado y el potencial de la acción. El mercado busca historias interesantes donde invertir.
Tesla en 2019 no era un buen negocio pero sí una historia muy interesante.
Las energéticas argentinas en 2021 eran un pésimo negocio para tener, pero la historia era muy atractiva para cualquier inversor.
Los bancos argentinos, hace un año, eran un lastre como negocio pero muchos de nosotros fuimos tentados con su historia..
Empresas como Nvidia fueron un mal negocio en 2022, pero la historia detrás, para los que la entendían, era más que atractiva.
El mercado es enorme. Tiene miles de acciones, y la mayoría de las empresas que llegan a la bolsa son buenos negocios (si no, no estarían ahí).
Lo difícil es diferenciar las buenas de las malas historias.
Si miramos el S&P 500 en los últimos 10 años, el retorno fue extraordinario pero sólo 110 empresas lograron igual o superar esa ganancia.
Algo similar sucede con el Merval desde 2022, menos de la mitad del índice logra igualar su suba.
Entonces, como inversores que decidimos buscar acciones por nuestra cuenta, tenemos el riesgo de elegir las historias equivocadas y quedar del lado “perdedor” del mercado.
Una forma de encontrar oportunidades es entrar a plataformas como Investing, seleccionar países o mercados (por ejemplo, el Nasdaq 100) y "escanear" las acciones una por una.
Personalmente, utilizo TIKR.com para filtrar acciones. Mayormente busco acciones que estén creciendo a doble dígito y hayan generado flujo de caja libre (que ganen plata). Hay otras plataformas para utilizar, pero ésta es la que más me gusta.
Como no tenemos todo el tiempo del mundo, podemos hacer un escaneo rápido de las acciones. Sin embargo, en el pasado me he perdido grandes oportunidades por no considerar estos puntos:
No guiarme solo por el gráfico. Lo primero que hacía era buscar la empresa en TradingView, y si el gráfico no me gustaba, la descartaba. Hay acciones interesantes que pueden tener un dibujo técnico poco alcista (en caso de no aplicar con nuestra filosofía, dejarla en la lista de seguimiento).
Entender el presente de la empresa. Más allá de los números del último trimestre, ¿cómo está su industria? ¿qué la diferencia de la competencia? ¿en qué está invirtiendo? En 10-15 minutos, deberías tener una idea clara de dónde está parada.
Mirar las estimaciones futuras. Páginas como TIKR muestran proyecciones que te pueden ayudar a entender hacia podría ir la empresa (buscar plataformas que utilicen a bloomberg como fuente).
Puede que encontremos perlas perdidas en el fondo del mar.
Después debemos razonar por nosotros mismos si estamos frente a una historia interesante o debemos seguir de largo. (Contársela a un amigo sin ánimo de incitarlo a invertir podría ayudarnos a identificar esto).
Gracias a Dios, tuve el privilegio de conocer a gerentes financieros que querían entender por qué sus acciones no subían. “¿qué le pasa al mercado que no ve valor en nuestra empresa?”.
Es positivo que los directivos de un negocio estén preocupados en los precios de las acciones (más allá de los beneficios que reciben). Eso habla de que tienen al accionista como prioridad.
Y en la mayoría de los casos sucede que la historia no es atractiva, en ese momento. El mercado puede estar entretenido con otro tipo de acciones, o todavía no ve valor en los negocios futuros de la empresa, o quedó “defraudado” por los últimos resultados, etc.
Pero en el largo plazo, los precios de las acciones suelen acompañar a los beneficios netos generados a los accionistas. Entonces, si están realmente preocupados por el bajo valor de las acciones, deberían salir a recomprarlas.
¿Qué tiene una linda historia?
No abundan en el mercado y son difíciles de encontrar, pero todos los años hay una linda historia por contar.
En mi experiencia, estas oportunidades no suelen ser tan claras en un principio.
Por ejemplo, una buena historia puede ser una acción que viene de un ciclo bajista (3-4 años sin crecimiento) por situación macroeconómica pero que aprovechó ese ciclo para ganar cuota de mercado, mejorar sus productos, mejorar su perfil financiero y quedar muy bien posicionada para un cambio de ciclo, el cual ya está dando señales de suceder.
En este caso hipotético, de encontrarla con múltiplos bajos y potencial de alto crecimiento, puede ser una oportunidad extraordinaria (esas que cambian vidas!).
Otra linda historia es la de una acción que el mercado está castigando por una situación particular en su negocio pero que no afectará los resultados de mediano plazo. Esta caída hizo que vuelva a múltiplos bajos manteniendo las mismas perspectivas futuras de crecimiento.
Algunos puntos en común que he encontrado en “lindas historias”:
El mercado la castiga por situaciones de corto plazo.
El contexto de su mercado/sector no es favorable pero sí sus perspectivas.
Si la acción cae, es por ruido político/económico que no afecta al negocio.
Está iniciando un ciclo alcista en su negocio (acelera crecimiento con expansión de márgenes).
Empresa innovadora que empieza a mostrar FCF+ (genera dinero por primera vez).
La lista puede continuar, pero mayormente están en empresas que están dejando atrás una situación delicada y empiezan a mirar el futuro con buenos ojos.
En el 2020, Vista dejó atrás la caída del petróleo y empezó a mirar al crecimiento en su producción.
En el 2022, Nvidia dejó atrás la recesión y empezó a mirar el potencial de sus productos por la demanda de inteligencia artificial.
En el 2024, Metrogas dejó atrás el congelamiento tarifario y empezó a mirar un nuevo crecimiento por ajustes en la tarifas.
¿Cómo reconocer una historia poco atractiva?
El problema con las “lindas historias” es que pueden ser engañas pichangas.
En la etapa inicial, pueden aplicar como “malas historias”. Una empresa que no crece no es una linda historia por más que su PER sea de 10x, pero si está por salir de un ciclo bajista probablemente sea una gran oportunidad.
Entonces, las malas historias pueden tener coincidencias con las buenas historias.
Una mala historia puede ser una empresa que quizás viene hace años subiendo pero el ciclo de crecimiento comienza a agotarse y el mercado continúa valorándola a múltiplos altos. Por ejemplo, Costco en el 2003 era una linda historia al salir de una de sus peores crisis pero hoy ya no es una historia atractiva con un mercado bastante maduro, con bajo crecimiento y con múltiplos altos.
Lo mismo con empresas que están cayendo pero el ciclo del negocio continúa deteriorándose y, por más que cotizan a bajos múltiplos, no hay perspectivas favorables.
Hay empresas que pueden tener un lindo balance pero no ser interesantes. Me he clavado con varias acciones que estaban “baratas” porque cotizaban a múltiplos bajos pero no tenían potencial de crecimiento.
Entre algunos puntos, he pagado un alto costo de oportunidad en empresas que:
No proyectan crecimiento de corto plazo (no crecerán por 1/2 años).
El negocio depende del precio de una materia prima o del ciclo económico.
Flujo de caja “volátil” (no suelen generan ganancias constantes).
Su mayor atractivo es que “están baratas”.
No hay catalizadores.
Los proyectos más interesantes están a 10 años.
He puesto un “ultimátum” para salir de una acción que parece ser una historia linda pero el precio no va a ningún lado; Si en los siguientes trimestres, la empresa cumple con las expectativas de resultados pero el precio no reacciona al alza (en un mercado alcista), decido vender y esperar a que el mercado empiece a reconocer el valor.
En la mayoría de los casos, el mercado tenía un buen motivo para no convalidar mayores precios (mal trato al accionista minoritario, pérdida de mercado, problemas financieros futuros, etc).
Son pocas las acciones que no siguen a los beneficios netos en el mediano/largo plazo, pero tengo mucho respeto cuando el mercado no paga por algún motivo durante un largo tiempo.
Reflexión
Desde afuera parece que invertir es fácil. Invertís desde tu celular, haces tu vida, te vas de vacaciones y cuando volvés, abrís la cuenta y ves que ganaste un montón de plata.
Si bien hay algunos casos así, la realidad es que detrás de las mejores inversiones hay muchas horas de lectura, investigación y análisis.
Leer balances, leer reportes, escuchar llamadas con analistas, hacer cálculos, proyecciones, entender los gráficos, etc. Todo el trabajo que hay detrás y que pocos realmente hacen.
Pero no tengo dudas que es un trabajo muy bien recompensado, que se va acumulando con el tiempo. Los mejores inversores de la historia pasan horas leyendo. Y hoy vemos en TikTok jóvenes que dicen ganar millones por tirar líneas en un gráfico!!
Creo que la brecha entre ganadores y perdedores continuará creciendo. Pocos están dispuestos a hacer el esfuerzo de buscar buenas historias.
Cuando nos acerquemos a las acciones, buscándolas entender como si fueran historias, tendremos mayor claridad sobre la oportunidad y el riesgo que tenemos en frente.
Con el tiempo, me fui dando cuenta que muchas de las historias se repiten. Hay casos similares entre acciones que quizás sean de distintos países y mercados. Es ahí donde empezamos a utilizar nuestro “olfato de inversor” que todos tenemos (hacele caso!).
La bola de cristal no existe, pero te deseo que encuentres los “lentes del entendimiento” para identificar historias interesantes en este mundo apasionante del mercado bursátil!
Muchas gracias por leer y compartir Doble Piso! Me encantaría conocer alguna de tus historias como inversor, voy a estar leyendo los comentarios y los mails.
Para quienes me han consultado sobre Doble Piso +, por motivos impositivos, aún no puedo volver a abrir las suscripciones pero creo que lo haré antes de fin de año si Dios quiere!
Mi trabajo es ahorrar esas horas de estudio en un mail semanal de 10-20 minutos de lectura. Estoy ayudando a los suscriptores para que puedan encontrar estas buenas historias e identificar los riesgos.
Bendiciones y buenas inversiones!
Abrazo grande,
Chino.
Hola Chino. Está es la historia que me cuento en este momento: Trump le encarga a Musk la baja de costos del estado. Gran parte de la baja de costos debería ser reducir cantidad de empleados. Musk tiene la empresa que va a poder generar los productos para reemplazar gente por máquinas. Va a estar de los dos lados del mostrador.
Gracias por esta lectura semanal, ya se ganó su lugar en mi rutina.
Hola Chino, buen artículo como siempre!
Por mi parte, este mes me embarqué en una historia en la que, con todo el lío de las elecciones en USA, no vi a mucha gente considerar. Empecé a comprar acciones en Ferrari ($RACE) cuando presentó resultados (a mi parecer buenos, buen flujo de caja, redujeron su deuda, entre otras), e inmediatamente el precio de la acción cayó, a mi parecer injustificadamente.
Ahora bien, ¿por qué esta empresa y no otra? Primero, aunque suene tonto, porque me gustan sus autos y soy "hincha" de su equipo de F1 hace años. Ahí vienen de varios años de resultados regulares (para la vara que tiene el equipo, malos) pero hicieron una movida de marketing con los pilotos espectacular de cara a 2025: incorporar a Lewis Hamilton, uno de los tipos más campeones de la historia del deporte, que va a buscar con ellos su octavo título. Al mismo tiempo el Team Principal, Vasseur, hace un gran trabajo de gestión de recursos y diseño de los autos.
Presiento que, entre esta apuesta por parte del equipo y la gestión que está mostrando Vasseur desde hace dos años, tendrán un año de protagonismo mayor al que venían sosteniendo en estos últimos años.
Además, en Maranello están estrenando nuevas instalaciones y, al haberse mantenido "neutros" en cuanto al tipo de motor que fabrican, y hacer la suya, los paró bien ahora que los eléctricos van perdiendo atractivo. Por último, en el segmento de coches de lujo creo que es una marca que no pierde, al menos por ahora, su valor principal: como dijera Vettel en su momento, "Everybody is a Ferrari fan".
Veremos cómo sigue esta historia, pero para algo de largo plazo me da cierta tranquilidad saber que están haciendo la tarea en sus dos principales valores. Es una empresa que me gusta y que está laburando bien. El tiempo dirá lo demás.